¿Por qué en bombonas?

Se trata de otro formato totalmente novedoso que, al igual que el anterior, adapta al sector micológico los beneficios y ventajas observados en la producción y la distribución de los productos de la industria alimenticia. En este caso concreto adoptamos el método de producción tradicional japonesa (asiática) donde se utilizan grandes cantidades de culturas líquidas (LC) para inocular enormes cantidades de sustrato, proporcionando un medio externalizado seguro, fiable y de fácil movilidad para el usuario final.

Las bombonas de acero inoxidable de 18 litros tienen la cantidad idónea de micelio para inocular cantidades de sustrato y asegurar una correcta colonización. Puedes añadir proporcionalmente su contenido a las bolsas de sustrato final y colonizar directamente sin usar grano de cereal, o bien puedes usarlo para inocular grano esterilizado y luego usar éste para inocular cantidades muy superiores de sustrato final (puede hacerte falta un autoclave). Las cantidades de referencia por bombona son las siguientes:

• Hasta 1.000 kilos de grano esterilizado y humedecido para usarlo como spawn, en condiciones idóneas de inoculación e incubación.
• Entre 250 y 500 kilos de sustrato final humedecido (mezcla de aserrín o pellets de maderas adecuadas con o sin compuestos nitrogenados como aditivos; estos últimos se recomiendan en un porcentaje en base seca de hasta el 20%, según la especie a cultivar). Si el sustrato final se encuentra esterilizado pueden conseguirse rendimientos superiores a los recién indicados.

Cómo las hacemos

Realizamos todas las culturas líquidas en bombonas de acero inoxidable que previamente han sido limpiadas con una solución desinfectante y desengrasante. En la parte superior de cada bombona colocamos una llave especial de paso roscada que resiste las altas temperaturas de esterilización que se darán en el interior de la bombona. Dicha llave se fija a la bombona con una herramienta de anclaje específica. Posteriormente añadimos la solución nutritiva y conectamos la llave con un sistema de calor a elevada presión, esterilizando todo el contenido durante un mínimo de una hora. Tras este proceso inoculamos la bombona con la especie elegida e incubamos en unas condiciones determinadas durante 30 días para asegurar un adecuado crecimiento del micelio.

Durante el proceso de incubación, cada bombona será agitada periódicamente para fragmentar la red miceliar y crear nuevos puntos de crecimiento del micelio por todo el volumen de solución. La apertura de la llave superior para permitir la inoculación o para la descarga de solución de la bombona se realiza siempre frente a una campana de flujo laminar con filtro HEPA que impide el paso del 99,99% de las partículas menores de 0,3 micras, entre ellas cualquier tipo de bacteria o espora. Esto garantiza la esterilidad de todo el proceso y unas soluciones líquidas de gran pureza que solo contienen micelio.

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