El falso mito del Pellet

Últimamente recibimos muchas consultas sobre el uso del pellet como sustrato de cultivo, más en concreto sobre el pellet de paja. Parece que muchas personas califican a este tipo de pellet como el sustrato definitivo para el cultivo de muchas setas, y demasiados cultivadores están cayendo en su trampa. Nos consta que en muchos casos, perdiendo importantes cantidades de dinero por confiar en lo que han escuchado o leído sobre el mismo. Aunque las empresas de nuestro país no siempre son el mejor ejemplo, si el pellet fuera tan maravilloso los mayores productores de sustratos pasteurizados ya lo usarían en sus bolsas. Y éstos se niegan a cambiarlo por la paja picada que siguen utilizando. Nosotros puede que seamos la excepción en alguno de nuestros sustratos y dependiendo siempre de la especie.

En primer lugar vamos a explicar un poco qué es el pellet. El pellet es una masa de serrín y/o diminutas partículas de diferentes maderas que se extrusionan (compactan y cortan en pequeños trozos cilíndricos) para ocupar menos espacio y facilitar su manejo. Los hay de diferentes tipos, pero podemos clasificarlos en tres:

• Pellets de maderas duras: chopo, roble, haya… Procedentes de aserraderos y diferentes industrias. Se usan mucho en Asia y EEUU, pero casi siempre en sustratos esterilizados. Insistimos: sin presión y calor no existe esterilización suficiente en el cultivo de setas. Existen otros métodos de esterilización que no vamos a explicar aquí (como radiaciones y oxidaciones), pero no son métodos válidos para tratar los volúmenes de sustratos que se manejan en esta industria.
• Pellets de maderas resinosas: eucalipto y pino principalmente. Son los más comunes en España, y los que se encuentran en cualquier complejo de bricolaje para alimentar las calderas. No son válidos para el cultivo de setas porque contienen sustancias antifúngicas que inhiben el crecimiento del micelio. En ciertos casos, y según diferentes tratamientos o envejecimiento, sí que podrían soportar el crecimiento del micelio de alguna que otra especie. Pero son casos muy concretos y que por lo general no entregan unos rendimientos apropiados.
• Pellets de paja: proceden del picado y extrusionado de la paja de diversos cereales, principalmente trigo, y hasta ahora se han usado como cama para caballos y animales de granja. Los hay de diversas calidades, y es muy importante encontrar una empresa fiable que los suministre y nos garantice su composición exacta. Muchas empresas les añaden henos, restos de semillas y otros desechos agrícolas para abaratar sus costes. Todas estas sustancias son una futura fuente de contaminaciones. También se les suele añadir un pequeño porcentaje de melaza para mantener su compactación y forma, cosa que no necesitamos en nuestra industria. En nuestra opinión, cuanto más puro sea el pellet mucho mejor: 100% paja de trigo, arroz, cebada, u otros cereales similares. Cualquier sustancia añadida es una fuente indetectable de problemas.
• Pellets de otras sustancias: alfalfa, maíz… Son suplementos, y no son válidos como sustratos. Son sustancias demasiado nutritivas para usarlas por sí solas. Solo deben usarse en sustratos esterilizados y en pequeñas cantidades.

¿Por qué se ha hecho tan famoso el pellet de paja?

Por la creencia errónea de que se encuentra totalmente pasteurizado como consecuencia del calor generado por el rozamiento durante su proceso de extrusión (hemos oído incluso disparates como que se encuentra 100% esterilizado…). Esto es totalmente ERRONEO, y cualquiera que lo crea está condenado tarde o temprano a fracasar en sus cultivos. Hace falta un tiempo suficiente de exposición a una temperatura de entre 55 y 70 grados centígrados para matar las esporas de los diferentes mohos y a ciertas bacterias perjudiciales que se encuentran en este material y que quede convenientemente pasteurizado. Y aunque fuera cierto (que no lo es), nadie indica que la superficie de absolutamente todos los pellets que vienen en un saco o big bag están en contacto con el aire ambiental y cualquier organismo que en él se encuentre. Por lo tanto, aunque hubieran quedado pasteurizados tras su extrusión, en el momento en que los recibimos ya NO están pasteurizados.

¿Significa esto que no debo usar los pellets de paja?

Todo lo contrario. Son un magnífico material si se pasteurizan (o esterilizan) convenientemente. Hablamos de un material que puede llegar a absorber hasta dos veces su propio peso de agua, aunque nosotros no recomendamos hidratarlo por encima de una vez y media su masa (incluso menos).

¿Pero por qué muchos cultivadores los usan sin problemas?

O eso dicen. Luego llegan las contaminaciones y le echan la culpa al micelio (Spawn adquirido a otras empresas) o a cualquier otra cosa. Nadie presume de fracasos, sino de éxitos, aunque por lo general solo se aprende de los primeros. Hay especies y variedades de setas obtenidas por empresas o laboratorios muy importantes que son tan agresivas colonizando casi cualquier sustrato que incluso llegan a alimentarse de bacterias y otros hongos. Pero desde luego eso no es lo normal, y produciendo a gran escala un fallo de esta magnitud puede ser catastrófico. Os aconsejamos que comprobéis todo lo que os decimos por vosotros mismos. Y sobre todo que os fieis de cultivadores que lleven años produciendo con un método fiable y unos resultados contrastados.

¿Cómo deben usarse entonces los pellets de paja?

1. En primer lugar, y como hemos señalado recientemente, bien pasteurizados o esterilizados.
2. Inoculados con una cantidad apropiada y suficiente de Spawn de calidad; dependiendo de la especie y de las condiciones de cultivo. Mientras más Spawn se utilice con el pellet, mejor (siempre que se encuentre tratado convenientemente).
3. Si el sustrato a base de pellet de paja está pasteurizado, utilizando especies jóvenes y agresivas en colonización que hayan demostrado que crecen bien sobre la propia paja del cereal que compone nuestro pellet.
4. Hidratándolo convenientemente. Más vale que los pellets queden secos a que queden demasiado húmedos. El punto exacto se encuentra cuando tras la hidratación, algunos pellets todavía no se han desecho del todo. Evitad el riego directo de los mismos sin un contador de litros de agua, humedecedlos homogéneamente y calculad siempre los litros exactos con respecto al peso de los pellets a utilizar.
5. Evitad compactar demasiado el sustrato. Tiene que quedar esponjoso y suelto.
6. No hagáis nunca bolsas de más de 5 kg de sustrato a base de pellet. Los pellets suelen compactarse demasiado en el interior de las bolsas, y 48 o 72 horas después de su hidratación incurren en una leve fermentación que genera una importante cantidad de calor. Si las bolsas son demasiado grandes, pasarán de 32-35 grados centígrados y el micelio morirá. A los pocos días aparecerán los primeros mohos y los olores característicos que indican la presencia de bacterias dañinas, los cuales se estarán alimentando del grano que ha dejado el micelio muerto. Si las bolsas son demasiado grandes incluso pueden pasar de 60ºC a los 3 o 4 días.
7. Para bolsas de más de 2 kg, recomendamos mezclar el pellet con otras sustancias inertes o muy bajas en nutrientes que lo aireen.
8. Es muy importante microperforar las bolsas e incubarlas en un ambiente limpio y desinfectado. Cualquier sustrato necesita respirar y liberar calor, sobre todo los primeros días. Esto es especialmente importante para el pellet. Si el sustrato no respira, pronto aparecerán los mohos y las bacterias.

En definitiva, el pellet de paja es un material mucho más complicado de utilizar de lo que parece o cuentan de él. Es sencillo de elaborar y entrega buenos rendimientos, aunque sin duda su ventaja principal es el poco espacio que ocupan las bolsas elaboradas con ellos. Os recomendamos empezar a cultivar utilizando primero paja de cereales. Cuando tengáis suficiente experiencia podréis empezar a experimentar con garantías con este tipo de sustratos. Probad con pequeñas cantidades antes de invertir en grandes volúmenes. Y asesoraos convenientemente con profesionales que los hayan utilizado con buenos resultados.